Síndrome de París: cuando el viaje no cumple con las expectativas
- Qué es el Síndrome de París
- Causas del Síndrome de París
- El choque entre expectativas y realidad
- París, bien vale una misa
- Manejar las expectativas: una clave para viajar mejor
- Recomendaciones para evitar la frustración viajera
- ❓ Preguntas frecuentes (FAQ) sobre el Síndrome de París
- Si quieres saber más sobre que ver en París
- Fuentes consultadas
Qué es el Síndrome de París
El Síndrome de París es un trastorno psicosomático transitorio que afecta principalmente a turistas que visitan la capital francesa y experimentan un fuerte choque entre sus expectativas idealizadas y la realidad cotidiana de la ciudad.
Este síndrome fue diagnosticado por primera vez en 1986 por el psiquiatra japonés Hiroaki Ota. Aunque no está reconocido oficialmente por la OMS como una enfermedad mental, ha sido documentado clínicamente por sus efectos.
📌 Sintomas del Síndrome de París
Entre los síntomas se incluyen:
– ansiedad
– desorientación
– alucinaciones
– taquicardia
– sudoración intensa
– sensación de persecución
– episodios depresivos o paranoides.
Estos brotes suelen ser temporales y están muy vinculados al impacto emocional de un viaje que no cumple con las expectativas previas.
Causas del Síndrome de París

Crédito fotos: Mauricio Gallego
Aunque puede afectar a viajeros de distintas nacionalidades, el Síndrome de París afecta con más frecuencia a turistas japoneses, debido a un conjunto de factores culturales.
Para los japoneses, París es un símbolo elevado de belleza, sofisticación, romance y arte. Esa imagen idealizada choca con la realidad que se encuentran, puesto que la ciudad puede ser ruidosa, caótica y en ocasiones poco acogedora.
Además, el estilo de vida parisino puede parecer abrupto o distante frente a la cortesía extrema y el respeto por las normas que caracteriza a la sociedad japonesa. La barrera del idioma, las diferencias en las normas sociales y la expectativa de un trato refinado y elegante hacen que el choque cultural sea más intenso para este grupo.
El caso ha sido tan significativo que la embajada de Japón en París ha intervenido en múltiples ocasiones, ofreciendo servicios de hospitalización y repatriación. Aunque estadísticamente el síndrome afecta a una minoría (unos 20 casos documentados por año), el fenómeno es real y simbólico de un problema más amplio: el de las expectativas desbordadas en los viajes.
“El Síndrome de París afecta sobre todo a turistas japoneses, debido a una imagen idealizada que tienen de la ciudad y que contrasta fuertemente con la realidad que encuentran. Las diferencias culturales y sociales intensifican ese choque, revelando el impacto de las expectativas desbordadas al viajar.”
El choque entre expectativas y realidad
Las causas del Síndrome de París, no se encuentran en la ciudad en sí misma, sino en la diferencia entre las expectativas construidas antes del viaje y la experiencia real que se vive en el destino. Las redes sociales, las películas, la publicidad y el peso cultural de la ciudad han fabricado una imagen que, por momentos, se parece más a una postal que a un lugar real.
En este sentido, París no es la única ciudad que podría provocar una reacción de este tipo. Cualquier ciudad, atracción turística o destino sobredimensionado por la imaginación pueden convertirse en escenario de una decepción profunda.
París, bien vale una misa
La primera vez que fuimos a Europa, en familia, aterrizamos en la Ciudad Luz. Al igual que los japoneses, en nuestra mente teníamos una imagen idealizada. Sin embargo, durante la planeación surgieron aspectos bastantes negativos que nos dejaron muy intranquilos e incluso nos llevaron a dudar de visitar la ciudad.
- Tráfico y polución: No solamente es el denso tráfico característico de cualquier ciudad grande, sino la manera como conducen los parisinos. Exceso de velocidad, uso intensivo del pito y poco respeto al peatón son una constante.
- El metro: El estado de la mayoría de las estaciones es deplorable por antiguas, falta de mantenimiento y suciedad. A lo que se le suma que están congestionadas en todo momento y los mendigos, borrachos y carteristas son comunes. Por si fuera poco, muchos turistas no saben que deben conservar el tiquete y los han multado por no tenerlo cuando la policía se los ha pedido en la estación de destino.
- La inseguridad: Desafortunadamente los robos son demasiado frecuentes, sobre todo en lugares turísticos y transporte público. Hay que desconfiar sobre todo de los grupos que te pueden rodear pretendiendo que están vendiendo algo. Mientras unos te distraen con algo, otros aprovechan para sustraerte efectos de valor. Todo esto ante la mirada impasible de los transeúntes de los cuales no se recibirá ninguna ayuda.
- La falta de amabilidad de los parisinos: La reputación de groseros y altivos que tienen los parisinos no es una invención particular, sino una opinión compartida hasta la saciedad en foros, webs y redes sociales. Los turistas se quejan del mal humor, del complejo de superioridad y de los escasos esfuerzos que hacen los parisinos por entender a los extranjeros. También son famosos el mal servicio y la arrogancia de los meseros y meseras en cafés y restaurantes.
Cuando por fin llegamos a la ciudad, pudimos comprobar de primera mano, que todo lo descrito anteriormente es cierto. Tal vez porque no fue una sorpresa y ya estábamos mentalmente preparados, no nos afectó tanto. Simplemente lo vimos como un aspecto más de la ciudad y no le dimos más importancia de la que se merecía.
Por otra parte, la ciudad nos fascinó. Pasamos una semana entera caminando por ella y conociéndola. Tiene una magia especial. De esas que es difícil explicar con palabras, pero cuando lo experimentas lo entiendes.

Crédito fotos: Mauricio Gallego
El encanto de sus calles rancias, cargadas de historia, el particular ambiente de sus barrios, su arquitectura que se funde muchas veces con el arte. Pasear a orillas del río Sena o recorrerlo en un tour en los famosos “bateaux mouches”. Los cafés con su aire bohemio. Incluso visitar los sitios icónicos como la Torre Eiffel, el Museo de Louvre o la Basílica de Notre Dame, aunque sean visitas que pueden convertirse en un infierno debido a las largas colas, los tiempos de espera y la multitud tan exagerada (fuimos en la temporada alta de verano), pero cuando por fin estás adentro no puedes sino maravillarte ante su majestuosidad y el legado histórico que tienen.
Inclusive aunque pudimos comprobar la falta de amabilidad de los parisinos que trabajan en el sector turístico, tuvimos la oportunidad de hospedarnos en un apartamento situado en un barrio tradicional y nuestra experiencia con los vecinos fue muy positiva.
No puedo describir con palabras cuál es la esencia de París, pero sí sé con certeza que la sentí y esta fue la principal razón por la que me encantó la ciudad.
Crédito foto: Mauricio Gallego

“París es una de mis ciudades preferidas del mundo y siempre estaré feliz de regresar cuando tenga la oportunidad”
La frase que titula esta sección, «París bien vale una misa», fue pronunciada por el rey Enrique IV de Francia en 1593, quien debió convertirse al catolicismo para acceder al trono a finales del siglo XVI. Con ella expresaba que París valía el sacrificio. Y quizá eso sigue siendo cierto hoy: la ciudad, con todo y sus contradicciones, bien vale el esfuerzo de comprenderla y abrazarla tal como es.
Manejar las expectativas: una clave para viajar mejor

Crédito fotos: Mauricio Gallego
El Síndrome de París es un caso extremo, pero ilustrativo de como los viajes pueden estar cargados de expectativas.
Soñamos con un destino, imaginamos sensaciones, construimos narrativas antes de vivirlas. Y cuando la experiencia real no encaja con ese molde mental, puede aparecer la frustración, la tristeza o incluso el rechazo.
“Viajar también es aprender a ajustar nuestras expectativas. No todos los destinos serán como los imaginamos, y eso no tiene por qué ser algo negativo.
Lo esencial es mantener una actitud abierta y valorar lo que el lugar nos ofrece tal como es.”
Recomendaciones para evitar la frustración viajera
Viajar es mucho más que llegar a un lugar: es confrontar una imagen mental con una realidad viva. Si logramos aceptar ese contraste entre lo que imaginamos y lo que encontramos, cada destino, incluso con sus imperfecciones, puede revelarnos algo valioso.
📌 Algunos consejos para manejar las expectativas
Para reducir el riesgo de decepción y manejar mejor las expectativas, es clave viajar con una mirada abierta y flexible.
✅ Informarse de fuentes diversas, incluyendo críticas y opiniones reales de viajeros que aporten visiones contrastantes.
✅ Evitar idealizar, especialmente con ciudades muy mitificadas como París.
✅ Aceptar la complejidad de los destinos, entendiendo que los lugares, como las personas, tienen contradicciones.
✅ Prepararse para lo inesperado, incluyendo los pequeños inconvenientes cotidianos.
✅ Buscar experiencias auténticas, más allá de los circuitos típicos y las postales clásicas.
✅ Reflexionar sobre nuestras propias expectativas, reconociendo de dónde vienen y cómo influyen en lo que sentimos al viajar.
✅ Incorporar la filosofía del slow travel, que prioriza la conexión con el entorno, la pausa y la experiencia auténtica, como herramienta para desacelerar, ajustar el foco y disfrutar más conscientemente del viaje.
“París, con todas sus luces y sombras, es una de mis ciudades preferidas en el mundo.
A pesar de sus problemas, siempre querré volver. Porque, al final,
«París es siempre una buena idea»
❓ Preguntas frecuentes (FAQ) sobre el Síndrome de París
Si quieres saber más sobre que ver en París
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Francés
📌 Sitios Web
Inglés
Fuentes consultadas
📌 Referencias usadas
Fuentes consultadas para la investigación y redacción de este artículo
Sobre el Síndrome de París:
– Wikipedia. Síndrome de París. Consultar la fuente
– SBS News. Paris syndrome: culture shock sickness sends Japanese tourists packing. Leer el artículo
– ToutComment. Síndrome de París: definición, síntomas y cómo gestionarlo. Leer el artículo
– GEO. Síndrome de París: cuando algunos turistas se desilusionan con la capital. Consultar la fuente
– SciencePost. Náuseas, vómitos, alucinaciones… ¿por qué estas personas sufren el Síndrome de París?. Ver referencia
– Psychologies. El Síndrome de París, un trastorno psicológico que afecta a muchos turistas. Leer más
– Quartz. Paris Syndrome: Troubles in tourism. Referencia aquí
– Forbes. Ledsom, A. (2024). What Is The Paris Syndrome?. Leer el artículo
– The Independent. What is Paris syndrome?. Leer más
– Live Science. What is Paris syndrome?. Consultar fuente
– Reddit. Encountering Paris Syndrome – testimonios personales. Acceder al hilo
Sobre los aspectos positivos de París:
– Business Insider. TikTok defiende a París frente al síndrome. Leer artículo
– Wanderyourway. 7 razones para amar París: un ensayo fotográfico. Explorar aquí
– Triptipedia. Why I am in love with Paris. Consultar fuente
– Medium – Digital Global Traveler. 5 reasons I love Paris. Ver publicación
– French Together. Why I love Paris. Leer aquí